One Life, Another Song

El otro día me puse a pensar en cuál era mi primer recuerdo de la música como tal. Y la verdad es que me llevó mucho recordarlo, años atrás era un niño bastante encerrado en mi, en el papeo y en el fútbol (puto fan...). Pero bueno, está claro que cuando algo no te interesa a priori, no es algo en lo que te fijes.

Todo esto me pasó en mi nueva antigua casa, y bueno, como ocurre en muchas historias, las respuestas están más cerca de lo que imaginamos. En la mesa del salón estaba mi primer recuerdo de la música, una foto de mi abuelo. Mi abuelo era violinista de la Orquesta nacional (no todos podéis decir que tenéis un premio ondas en la mesa de vuestro salón, ¿eh cabrones?). Y ese es mi primer recuerdo. Todas las mañanas ensayaba, todas las tardes ensayaba, y es lo primero que recuerdo, a el, tocando cosas preciosas, que está claro que no sabría decir cuales eran. Ese es mi primer recuerdo, y donde podríamos fechar que se inició mi pasión por la música.

Por aquellos entonces que solo había Cassettes y CD, tener acceso a tanta música está más que imposible. Desde joven me tocó la mierda de compartir tiempo entre padre y madre, otra cosa muy bien pensado, no hay nada mejor para el perfecto desarrollo emocional y social de un niño de 5 años que vivir 26 días al año con una mujer igual que Ana Obregón y 4 días con tu padre (aplaudo enfáticamente la decisión de este juez, sí señor).
Por esto en cada casa una música. Recuerdo, que cuando mi madre me llamaba para ir a la escuela, la banda sonora era más que nada los grupos de moda, o esa panda de electropop ochentero tipo Franco Batiato. La otra vertiente era Enigma, siempre Enigma. Creo que de esta experiencia adopté el miedo de que si escuchas demasiado una canción, te acaba dejando de gustar.

Los fines de semana eran diferentes. Recuerdo que en casa de mi padre, siempre ha habido dos clásicos como Dire Straits y Genesis/Phil Collins. Y lo recuerdo como algo agradable, sábados de frío, de bruma, y de fondo “InThe Air Tonight”. Luego la BSO del coche, eso ya era harina de otro costal. Los básicos eran 3, pop de los 80 también, Hombres G, Nacha Pop, y el que era por aquel entonces mi grupo favorito, o el único que me gustaba, No Me Pises Que Llevo Chanclas. El Canario, Cabezón o el Japón eran canciones que cantaba de P/PA en cada trayecto. Sí, que tiempos. (Obviaré un pequeño flirteo con la Spice Girls, todas estaban buenas y mi cuerpo estaba cambiando...)

Más adelante, mientras mi Padre se adentraba en el R&B, mi madre seguía en una onda igual de decadente, aún Batiato llenaba las tardes, las mañanas, las madrugadas....De esto se intuye que mi madre nunca ha sentido tampoco gran interés (no señores, en esto tampoco). Algo cambió hacia el 96. Al igual que años después pasaría con el trasvase del Ebro, el perro, la pensión alimenticia y el niño fueron trasvasados de la Obregón a Rafa, el bueno. Y más o menos allí, coincidiendo con la Eurocopa de Inglaterra 96, el camino se enderezó un poco más. Me compré mi primer disco por mí mismo: What´s The Story (Morning Glory)? De Oasis.

Este disco marcó una clara tendencia hacia el Brit Pop/Rock, grupos de R&B escuchados en casa, con clásicos de Mark Knopfler y el siempre presente Eric Clapton conformaban mi dieta. A veces aderezada con pequeños fragmentos del rock español, Deltoya...ya sabemos, los grandes Extremoduro. Aunque sufrí más de un ataque por la censura de la inquisición “...me encontré a María cansada de ser virgen metida en un portal...” no fue santo de la devoción de mi padre, por entonces conocido como el Führer por sus actitudes absolutistas (la edad del pavo en un hijo broken home puede ser devastadora). Y en las navidades siguientes, en la carta de los reyes, ya se pudo ver la puerta de acceso a lo que vendría después. El Reload de Metallica fue el primero que hizo a mi padre aporrear la puerta de mi habitación. Tras esto, influencia del instituto, empezaron a llegar algunos artistas como The Doors ( aun pasan a diario por mi BSO diaria) y Hamlet (extraña combinación, soy consciente, pero esta historia no sigue ningún orden lógico). Jodido Facha (Hamlet – Revolución 12.111) me costó más de una discusión y alguna represalia en casa. Y ahora, ahora entra en escena uno de los discos más importantes en mi vida, en el pasado y por supuesto en el presente.

Andaba yo por el patio, y un amigo, bastante Black y Doom el chico, siempre con sus camisetas de Cradle Of Filth, me dejó una cinta, unos tal Tura Satana (Ex Manhole), dónde el vocalista era una mujer, una mujer de daba miedo escuchar. Tairrie B, que en los años sucesivos fue uno de mis mitos eróticos más potentes junto a Betty Page. Creo, y no exagero porque quede bien aquí, que he escuchado Relief Through Release más de mil veces, entero, era la banda sonora diaria. Otra cosa que me impactó ese mismo año, es que mi padre, se hizo con un CD-i, el padre del DVD (aunque fue un estrepitoso fracaso). Y vi, mil veces The Wall, de Pink Floyd. Esa película también me destrozó la mente. Las imágenes de dibujos, los niños en la escuela, los relojes....la voz de David Gilmour fue una semilla que años después germinaría en mi. Jamás olvidaré las tardes viendo esta película, una y otra vez....

Y ahí empezó todo, Mas Metallica, Pearl Jam, Guano Apes, todos los grupos que me podía permitir con mis 500 pesetas semanales. Todo lo que podía escuchar en los samplers de Rock Sound (ahora Rockzone). Y entonces...entonces un buen día llegó a mis manos una cinta, de esas de 90 donde casi cabían dos discos enteros. Una cara Korn, Life Is Peachy y en la otra Limp Bizkit , One Dollar Bill Y´all. Eso supuso para mí un cortocircuito, y durante bastantes años salí poco de esa onda de Numetal. Puse a Adidas como mi endoser de vestimenta oficial.

Todo se agravió con el exilio a Andorra, y mi comienzo en la historia de descargas en la red. El Winamp me abrió muchas puertas. El Winmx y mi tío, Heavy Rocker confeso, y profesor de Física, Matemáticas y Dibujo Técnico en sus ratos libres. Por su parte, Los Zeppelin aparecieron, pequeñas dosis de Black Sabbath, o Suede, y por supuesto, mención especial a otro grupo VIP, Marillion, uno de esos grupos de pelo cardado de los 80, que tenían toques Pink Floyd, y que nunca he dejado de escuchar.

Y aquí hay de nuevo un punto de inflexión, pase de numeral a más metal, con grupos como Slipknot, Mudvayne, My Ruin, Fear Factory, Machine Head, Deftones, Tool, Soulfly, Static-X Human Waste Project o Jack Off Jill. Podemos decir que esta fue la etapa Kerrang! O Metal Hammer influenciada por una novia siniestra que imbuía o trataba de meter en mi mente, mierdas electrónicas góticas, grupos alemanes de techno hardcore como Das Ich, pero que de ella tomé el cariño a los clásicos como Depeche Mode o The Cure, y a The Gathering (Black Light District.....el disco más sensual que he escuchado). Y por supuesto, mención especial para Nine Inch Nails.....la musa, la inspiración....todo, lo son todo. Grande Reznor.

El siguiente paso, y ya solo quedan dos hasta la época actual, coincidió con la vuelta a Madrid, y la influencia de Malasaña, y sobretodo del Aenima. Fue retomar un poco esa época donde reinaban Linkin Park, y que por supuesto me gustaban. Grupos de numeral seguían reinando por Madrid, y por el Aenima, y allí me empapé de mil grupos, y muchos, sinceramente, no los recuerdo....36Crazyfists, Spineshank, Coal Chamber, Rammstein...y un sin fin. Allí conocí al Chicho, ese tipo gordo gordo de coletas vikingas que nos fiaba calimocho, y nos contaba las ultimas novedades. Pero pronto me empecé a sentir atraído por esa dulce armonía que salía de la calle del 2 de mayo, el Kurgan....Pantera, Amen la etapa thrash de Machine Head y todo ese metal que emana Roadrunner por cada uno de sus poros.

Y bueno, ya solo quedan dos etapas, la primera coincidió con Yin de los sentimientos que mueven la inspiración para crear una gran cantidad letras, armonías y canciones. Y además coincide con mi acercamiento hacia dos estilos prácticamente desconocidos para mí, el Rock Español (o calimochero) y el Pop/Rock con tintes de autor a lo que añado un leve flirteo con el B-Core. Recuerdo conciertos de Marea, Extremo, Fito...y alguien, un autor que recomiendo enfáticamente, enfáticamente si uno siente atracción con el Rock de autor, con letras sabinescas y muy fundadas en la obra de un gran escritor, Luis García Montero, con sabores e sinsabores del Rock clásico de los 80´s como Burning, con la fuerza de un novel, y que desgraciadamente pasará a ser un “famosillo” porque Movistar ya le patrocina las giras, Quique González. Este tipo, cantautor, que no cansautor, ha hecho dentro de sus discos auténticos temas, donde cada una de sus letras son un poema, una historia, un segundo donde salta la chispa y se crea el amor y se apaga. Siempre habrá un lugar en mi corazón para su música(no solo de metal, black y hardcore vive el hombre), y que en su último disco tiró por un sonido muy Tennessee, muy americano. Lo recomiendo.
Y llegamos al la última y actual etapa. Que casualmente comienza con mis clases de guitarra y su profesor. Un viejo conocido de esta página, Oldschooler. Comenzó un tráfico incansable de influencias, de CD´s, y como no, he de nombrar dos grandes (para mí) en esta etapa. Zakk Wylde y porsupuestisimo Robert Johnson. He hablado innumerable veces de él, Robert Johnson es sin ningún tipo de duda el personaje más emblemático, mágico y especial en la historia del Blues. Fue lo primero que escuche en el Delta Blues, y aún recuerdo las tardes lluviosas en casa con Robert sonando en el Pc o en la cadena....es algo tan especial, ese crujido típico de las 80rpm de las grabaciones de la época...ese crujido es mágico, de veras....
Y como antes decía, entramos en una vorágine de grupos, que no tiene sentido enumerarlos, pero esta claro que amplia es la viña del señor, y podemos hablar tanto de la influencia de Trustkill, como mi conocimiento de la época dorada de los 70´s, con Jimmy Page y Eric Clapton como acompañantes de lujo.... no se puede dejar de hablar de rock/rockabilly de los AC/DC y Nashville Pussy, de más clásicos del Country como Johnny Cash o el paso por el punk de Rockets From The Crypt o Social Distortion, el metal pesado de High On Fire o de los balleneros Mastodon (sí, al final entraron y con fuerza) o el emopunk de Aiden, Afi y pos supuesto Thrice. Y podría enumerar mil más, pero sonaría a pedorro que quiere hacerse el interesante... Y básicamente esta es la historia de mi vida y la música, que son dos serpientes que se enroscan en si mismas conformando un solo cuerpo, inseparable, e inteligible el uno sin el otro. Y a la espera de nuevos capítulos, dónde quien sabe lo que me espera, si existe una futura etapa de músicas regionales o de si pasaré a llamarme Carlos La Carpa del Manzanares, os dejo mi historia, con más luces que sombras.

For the music is your special friend
Dance on fire as it intends
Music is your only friend
(Jim Morrison)